El auge del nearshoring en México se presenta como una estrategia clave para las empresas que buscan optimizar sus cadenas de suministro, alineándose con la tendencia mundial de reducir costos, mejorar la eficiencia operativa y minimizar riesgos en diversos niveles productivos.
Una pieza importante para alcanzar estos objetivos es contar con una infraestructura eléctrica confiable.
La resiliencia energética se refiere a la capacidad de un sistema para resistir y recuperarse rápidamente de interrupciones, y eventos recientes como las olas de calor y las sobrecargas en la red eléctrica en México.
En este contexto, las microrredes de energía limpia juegan un papel fundamental al proporcionar una solución robusta y adaptable que asegura un suministro eléctrico continuo y confiable, lo que resulta esencial para mantener la continuidad operativa y minimizar interrupciones en la producción y distribución de bienes.
En este artículo exploramos la intersección entre las cadenas de suministro y las microrredes en el contexto emergente del nearshoring, haciendo énfasis en que adoptar infraestructuras sostenibles es crucial para mantener la competitividad y fomentar un crecimiento económico a largo plazo en un sector que consume casi un cuarto de la energía total del país.
El nearshoring, o la relocalización de operaciones productivas cerca de los mercados de consumo, ha traído consigo importantes inversiones y oportunidades para México durante los últimos cuatro años, impactando positivamente en las cadenas de suministro.
Uno de los principales beneficios del nearshoring en las cadenas de suministro en México es la reducción de costos logísticos. Al acercar la producción a los mercados finales, las empresas pueden disminuir los gastos de transporte y mejorar su capacidad de respuesta. Esto es particularmente relevante en el contexto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que facilita el comercio regional con menores barreras arancelarias.
Entre enero de 2021 y septiembre de 2023, México ha captado una cantidad significativa de IED gracias al nearshoring. De acuerdo con Deloitte, estados como Nuevo León, Coahuila, Ciudad de México y Guanajuato han sido los principales beneficiarios, acumulando un 85% de la IED derivada de este fenómeno.
Además, se estima que la IED en México podría llegar hasta los 50 mil millones de dólares en el mediano plazo, lo cual permitirá fortalecer las cadenas de suministro del país, permitiendo a las empresas mejorar la integración de tecnologías para la competitividad en procesos de producción y gestión.
Los clusters industriales facilitan la integración de las cadenas de suministro, permitiendo que las empresas se beneficien de economías de escala y mejoren su resiliencia ante imprevistos.
En este sentido, México ya cuenta con una red robusta de clusters industriales, especialmente en el sector automotriz, industria que ha experimentado un notable crecimiento en la producción de autopartes. Este crecimiento, del 16.5% en 2023 con un récord de 121,158 millones de dólares según Armando Cortés, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), ha sido impulsado por el aumento en los requisitos de contenido regional bajo el T-MEC.
Por lo mismo, y bajo el contexto del nearshoring, cumplir con normas y certificaciones internacionales será clave para las empresas que quieran acceder a estos beneficios del T-MEC, reduciendo costos logísticos y fortaleciendo su competitividad global.
El impacto económico del nearshoring se refleja en las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México. A principios de año se esperaba que el PIB creciera entre 2.5% y 3% anualmente, impulsado por una mayor demanda de energía eléctrica y un robusto consumo doméstico.
No obstante, es importante mencionar que México enfrenta desafíos significativos tras una inesperada caída en el sector servicios a pesar de que el consumo privado y la manufactura continúan avanzando. De acuerdo con el análisis de JP Morgan, por lo anterior, se ha revisado a la baja el crecimiento anual del PIB mexicano para este año, ajustándose de 2.1% a 1.8%.
En vista de esto, es el momento de enfocarse en fortalecer las cadenas de suministro e invertir en infraestructura crítica, como la energía eléctrica, además del desarrollo de talento, el cual será otra pieza clave en los próximos años.
El nearshoring está impulsando la necesidad de desarrollar nuevas infraestructuras industriales en México. Prueba de esto es que se espera una expansión significativa en la construcción de parques industriales, especialmente en los estados del norte y el Bajío, como Nuevo León, Chihuahua, Jalisco y Querétaro. Desarrollos que están diseñados para alojar nuevas fuentes de proveeduría y satisfacer las demandas de servicios logísticos, energía y mano de obra.
Según proyecciones de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), se espera que el sector inmobiliario industrial en México mantenga un crecimiento sostenido durante al menos los próximos cuatro años, tanto en la construcción de parques como en naves industriales.
En lo que respecta a la captación de nuevos inquilinos, entre 2022 y 2023, la AMPIP gestionó una demanda de más de 3.1 millones de metros cuadrados, estimando que para 2025 los parques industriales albergarán aproximadamente 400 nuevas empresas.
Los efectos de la pandemia, que provocaron la escasez de diversas categorías de productos, desde computadoras hasta automóviles, destacaron la importancia de crear una cadena de suministro resiliente y no dependiente de una sola región. En el contexto del crecimiento de las inversiones extranjeras en México, la industria de los microchips ha encontrado un nuevo destino que promete mucho.
El sector de semiconductores es un área donde el nearshoring puede tener un impacto significativo. Estados como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas ya están desarrollando capacidades relevantes en esta industria.
De acuerdo con el “Mapa de ruta: Oportunidades para el Nearshoring de Semiconductores en México” de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), México tiene las condiciones para liderar la cadena de suministros de semiconductores, pues se espera que los ingresos de esta industria superen los 720 millones de dólares en 2024 y alcance los 1.2 billones de dólares en 2029.
Queda claro que el nearshoring ofrece grandes oportunidades para integrar las cadenas de suministro del país, especialmente en sectores como el manufacturero y el automotriz.
No obstante, el país debe abordar varios desafíos importantes, entre los cuales destacan el refuerzo de la capacidad en la infraestructura eléctrica nacional, integrar a las empresas del sur del país en cadenas de suministro eficientes y asegurar el desarrollo del talento nacional necesario para soportar estas operaciones.
Aunado a lo anterior, la escasez de agua y los problemas de contaminación, especialmente en estados como Nuevo León y la Ciudad de México, representan grandes retos que deben ser abordados para asegurar un crecimiento sostenible industrial.
El nearshoring tiene un gran potencial de impulsar transformaciones significativas en las cadenas de suministro en México. Esto, si se combina con el desarrollo de microrredes de energía limpia, puede generar sinergias que potencian aún más los beneficios de esta estrategia.
Las microrredes, que incluyen sistemas de energía solar con almacenamiento de energía, pueden ofrecer un suministro eléctrico más estable y económico para las operaciones industriales.
Con energía limpia se pueden reducir los costos operativos de las empresas, haciéndolas más competitivas y aumentando su atractivo para la relocalización, además, gracias a una gestión eléctrica inteligente, se puede garantizar un suministro continuo de energía, crucial para operaciones manufactureras sensibles a interrupciones.
Esta estabilidad y reducción de costos energéticos son una gran ventaja para las empresas que buscan trasladar su producción a México e integrar una cadena de suministro eficiente y confiable.
Las microrredes pueden aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro al reducir la dependencia de la red eléctrica centralizada y de los combustibles fósiles. Esto es especialmente relevante en un contexto global donde las disrupciones en el suministro de energía pueden afectar gravemente las operaciones.
Al tener fuentes de energía descentralizadas, las empresas pueden continuar operando durante cortes totales o intermitencias de la red principal, asegurando una continuidad en la producción y el suministro de productos, disminuyendo la vulnerabilidad de sus operaciones.
Esto es especialmente importante en regiones con infraestructura eléctrica en crecimiento como la región Peninsular (Campeche, Yucatán y Quintana Roo), la cual tuvo el mayor crecimiento en consumo eléctrico en 2023 con un 10.2% de incremento de acuerdo con el último PRODESEN; o regiones con un alto consumo de electricidad, como la región Occidental (Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Colima) que concentra el 21.9% del consumo neto total de electricidad del país.
La combinación de nearshoring y microrredes de energía limpia puede atraer mayores inversiones extranjeras directas (IED) y fomentar el desarrollo económico regional. Los inversionistas están cada vez más interesados en proyectos sostenibles y en regiones con una infraestructura energética confiable.
La implementación de microrredes en parques industriales puede ser un factor diferenciador para atraer a empresas que buscan una producción más sostenible y eficiente, impulsando también el crecimiento económico local y la creación de empleos.
Las empresas que adoptan energía limpia pueden cumplir más fácilmente con las normativas ambientales internacionales, lo cual es crucial para acceder a mercados globales y aprovechar los beneficios arancelarios del T-MEC.
Además, este tipo de soluciones energéticas ayudan a las empresas a obtener certificaciones ambientales, lo que mejora su competitividad y permite cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) importantes para combatir el cambio climático global.
El impulso hacia las microrredes fomenta la innovación y el desarrollo tecnológico en el sector energético, lo cual puede tener efectos positivos en otras áreas de la cadena de suministro.
La adopción de tecnologías avanzadas, como la gestión inteligente de energía y el almacenamiento eléctrico, puede optimizar aún más las operaciones industriales mejorando la eficiencia operativa y reduciendo el impacto ambiental de las cadenas de suministro, ayudando a contribuir a una producción más sostenible a largo plazo.
En cuanto a escalabilidad de la demanda, las microrredes pueden ajustarse fácilmente para satisfacer las necesidades energéticas crecientes o decrecientes de una empresa, sin requerir inversiones significativas en infraestructura.
Esto es particularmente beneficioso para empresas que experimentan fluctuaciones en su demanda eléctrica debido a cambios estacionales o variaciones en la producción.
La sinergia entre nearshoring, cadenas de suministro y microrredes de energía limpia puede transformar el panorama industrial en México.
Al fortalecer la resiliencia energética y promover la sostenibilidad de operaciones, las microrredes ofrecen una solución flexible y escalable que se adapta a las fluctuaciones de la demanda energética, garantizando una fuente confiable de energía limpia incluso en regiones con infraestructuras eléctricas inestables.
Hoy más que nunca asegurar la competitividad con energía confiable, eficiente y renovable es esencial para que las empresas puedan enfrentar los desafíos actuales y futuros, manteniendo su operatividad y crecimiento en un mercado global cada vez más exigente.
Estas estrategias combinadas pueden posicionar a México como un hub industrial clave en América del Norte y en el mercado global.
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