México llegó a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) con el ímpetu de presentar una ruta crítica que le permita cumplir el incremento prometido del 22% al 35% en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CND).
El término CND, también conocido como contribuciones determinadas a nivel nacional, se refiere a los esfuerzos o acciones climáticas de cada país, en este caso México, para reducir las emisiones contaminantes nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático. El Acuerdo de París pide a cada nación que esboce y comunique sus acciones climáticas posteriores a 2020 cada año.
Las Contribuciones Nacionalmente Determinadas están directamente relacionadas con los objetivos de reducción de emisiones, México no había actualizado sus objetivos de reducción desde 2016, cuando se comprometió a un recorte del 22% para 2030.
A pesar de que el 8 de noviembre de 2022 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) situó el objetivo de reducción de emisiones en un 30% para 2030, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció en la COP27 el aumento de la meta al 35% para 2030, aumentando cinco puntos porcentuales.
Estas metas se suman a nueve acciones comunicadas por el Gobierno de México que incluyen soluciones basadas en la protección de los recursos naturales, transporte con bajas emisiones y la generación de energías con baja huella de carbono.
México es el 15º país que más contamina en el mundo y el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero en Latinoamérica, según el centro de análisis Global Carbon Project.
México también prometió que aumentará su objetivo de Reducción Condicionada de las emisiones al 40% desde el anterior 36%, una meta no solo depende de acciones nacionales sino del apoyo externo.
Para cumplir con las metas estipuladas, la Semarnat señaló 35 medidas mediante vehículos cero emisiones, transporte ferroviario, trabajo a distancia, creación de más reservas naturales y la regulación y fomento industrial, con las que se estima se puede lograr una mitigación anual total de 88.9 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente (MtCO2e) para 2030.
Para lograr el ambicioso recorte de emisiones, el Gobierno mexicano plantea un cambio en el sector energético, el que más contamina junto al de transportes. El Ejecutivo se compromete a eliminar la quema de gas en las instalaciones de Pemex, y a añadir 30 Gigawatts (GW) más de capacidad renovable en los próximos ocho años.
Al cierre de 2021, la capacidad eólica, solar, geotérmica e hidroeléctrica sumaba 26.8 GW, un 31% de la capacidad instalada total. Es decir que, con la nueva meta de añadir 30 GW más de capacidad renovable, se duplicaría la cifra actual y, si se cumple, en 2030 México podría cubrir más de la mitad de su consumo energético a partir de renovables.
Esta meta forma parte de un proyecto en conjunto con Estados Unidos que representa una inversión de 48 mil millones de dólares. John Kerry, el enviado especial para el Clima del presidente Joe Biden, se ha convertido en uno de los funcionarios estadounidenses que más veces se ha reunido con López Obrador en los últimos dos años.
Por otro lado, el elemento central de las medidas para la protección de recursos naturales es el programa Sembrando Vida, el cual contará con un presupuesto de 37,137 millones de pesos en 2023 buscando una mitigación anual de 4 millones de toneladas de dióxido de carbono (MtCO2) a través de la siembra de 100 millones de árboles para una meta final de 1,188 millones de árboles plantados.
Sin embargo, está pendiente dentro de este programa contar con sistemas de monitoreo y geo-referencia y con mecanismos de seguimiento, evaluación y reporte de captura de carbono, que ayuden a evaluar su cumplimiento; debido a que durante el primer año del programa solo sobrevivieron el 7% de los árboles plantados.
En cuanto a la propuesta de transporte de bajo carbono, se retoma el Pacto de Glasgow en la COP26 por la electromovilidad, el cual tiene como objetivo evitar una emisión anual de 30 MtCO2.
Es importante señalar que México todavía tiene puntos que abordar si quiere cumplir con sus metas de mitigación y acciones de cero emisiones en el sector transporte, ya que para llegar a esta meta se considera que en 2030 el 50% de los vehículos vendidos en el país deben ser cero emisiones.
Para lograrlo se tendrían que vender como mínimo 600 mil vehículos eléctricos al año, un volumen que se debe alcanzar en siete años con políticas públicas que incentiven el panorama. Además, el incremento de vehículos eléctricos debe ir acompañado necesariamente de un aumento en la generación de electricidad renovable y limpia.
Por otro lado, las autoridades mexicanas han presentado el Plan Sonora, el cual incluye la exploración del litio, producción de semiconductores y, sobre todo, la construcción de la mayor planta solar de Latinoamérica. Se debe resaltar que alcanzar los 30 GW de capacidad renovable en ocho años implicaría construir 30 plantas de ese tamaño.
Finalizada la COP27, los países, principalmente los mayores emisores globales, incluyendo México, deberán prepararse para adentrarse en negociaciones y para la generación de resultados que puedan, efectivamente, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y con ello combatir las consecuencias del cambio climático.
Con información de El Economista, El País y el IMCO