La industria automotriz tiene mucho que aportar para detener el calentamiento global y contribuir a frenar la emergencia climática; no solo a través de la transición de vehículos que funcionen con energía fósil a vehículos que funcionen con fuentes de cero emisiones, sino también a través de la descarbonización de toda su cadena productiva.
Un informe publicado por la consultora McKinsey explica que entre el 65 y el 80% de las emisiones que genera un automóvil provienen de las emisiones del tubo de escape, y las correspondientes emisiones indirectas provienen del suministro de combustible, por lo que es comprensible que la industria se haya centrado en la electrificación de los trenes de potencia en los últimos años. Sin embargo, para alcanzar el pleno potencial de la descarbonización de los automóviles y lograr una industria automovilística con cero emisiones de carbono, los actores del sector deben prestar atención también a las emisiones materiales.
De acuerdo con KPMG, para 2030 el mercado mundial de vehículos no contará en su mayoría con unidades de combustión, sino que serán complementados con vehículos híbridos y eléctricos. Además, se estima que la industria automotriz podría reducir hasta el 66% de las emisiones en su producción de materiales sin costo adicional para 2030, lo que es fundamental para conseguir que las emisiones globales netas sean nulas en 2050.
Desarrollar estrategias para abordar las emisiones materiales de automóviles hoy en día es clave, ya que lograr la descarbonización a gran escala será un esfuerzo a largo plazo. Este esfuerzo requiere que los participantes de la industria adopten y amplíen el uso de nuevas tecnologías y sus procesos asociados, a la vez que gestionan los flujos cambiantes de materiales.
La disponibilidad de algunas tecnologías de bajo carbono, como los hornos de arco eléctrico o la adaptación de esquemas energéticos de fuentes sostenibles, puede ser limitada a corto plazo, por lo que los primeros en adoptarlas pueden obtener beneficios de mayor envergadura.
Aunque en su mayoría un automóvil está hecho de materiales como el aluminio y el acero, para su producción se requiere de miles de piezas e insumos de diferentes proveedores. De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), un automóvil se compone por lo general de 20,000 a 30,000 piezas, por lo que, al ser un proceso complejo, cada una de las partes es elaborada en diferentes niveles.
Dentro de la cadena productiva del sector en México sobresalen las unidades económicas dedicadas a la fabricación de automóviles y camiones (o industria terminal) y la fabricación de partes para vehículos automotores. Según los datos del INEGI, estas actividades contribuyen a la producción bruta total del sector con 52.7% y 45.2%, respectivamente.
La industria terminal se refiere al ensamble de automóviles y camiones; en ella participa un reducido número de firmas, todas ellas transnacionales, que son las que dirigen la cadena. Por otro lado, la industria de autopartes está constituida por fabricantes de piezas o que intervienen en el armado de un automóvil, y que también se venden por separado.
De acuerdo con datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA) y el INEGI, el peso más importante del sector automotriz en México recae en la fabricación de partes para vehículos automotores. En este segmento se encuentra el 62.5% de las unidades económicas, el 86% de la población ocupada y el 59% del valor agregado.
En general, la Secretaría de Economía organiza a los proveedores de autopartes en tres niveles de producción:
Son proveedores directos de las empresas armadoras. Entre los componentes que desarrollan se encuentran las partes del motor, sistemas de dirección y suspensión, sistemas de aire acondicionado, componentes eléctricos, entre otros.
Abastecen de partes y componentes a las empresas proveedoras Tier 1. Estas manufacturan equipos y productos que son requeridos en los componentes más avanzados y especializados de la industria automotriz. Entre los productos elaborados en su mayoría son: partes forjadas, partes estampadas, partes de inyección de aluminio, partes fundidas, partes plásticas, partes maquinadas, entre otras.
Son empresas proveedoras de insumos de los Tier 2, que satisfacen los requerimientos básicos que se requieren en la demanda de la industria automotriz.
Específicamente, la tendencia hacia la segmentación está ligada a la consolidación de la red de proveedores. Según la CEPAL, la idea central es simplificar la generación de componentes del vehículo para el ensamble final. Esto conforma un sistema particular en donde se destacan los módulos más importantes del sistema interior, del eléctrico y electrónico, y del chasis:
En cuanto a la posición de México en la cadena de valor, el sector automotriz y de autopartes en México ha sido impulsado por la presencia productiva de las principales 10 empresas armadoras de vehículos (ligeros y pesados) en el mundo, tales como: General Motors, Ford, FCA, Volkswagen, Nissan, Honda, BMW, Toyota, Volvo, Mercedes-Benz y recientemente se incluyen Audi, Infiniti y Kia Motors.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, entre las principales especialidades por región en producción de autopartes en nuestro país se encuentran las siguientes:
Fabricantes de sistemas de aire acondicionado y calefacción, componentes de interiores, accesorios y sistemas eléctricos para automóviles, entre otros.
Fabricación de climas, sistemas automotrices, partes plásticas, partes para el sistema eléctrico, partes para motor y maquinados. Éste es el clúster automotriz más importante de México.
Plantas de autopartes, cuyos principales productos son estampados, componentes eléctricos, frenos y sus partes, productos de hule, partes para motor y transmisión para automóviles.
Plantas de autopartes, en las que destaca la producción de accesorios (tales como asientos, aire acondicionado, gatos hidráulicos tipo botella), componentes de interiores, partes para motor, sistemas eléctricos, estampados, suspensión y partes para automóviles.
A continuación, se presentan dos mapas representativos de los proveedores de autopartes en la república mexicana:
Vehículos Ligeros
Dentro de la industria de autopartes, existe la fabricación que realizan los proveedores de partes originales para las ensambladoras, principalmente de subensambles, por lo que se considera que alrededor de una tercera parte de las empresas de autopartes son Tier 1; sin embargo, según los datos del INEGI, la fabricación de equipo eléctrico y electrónico es uno de los sistemas de mayor dinamismo; en él se encuentra el 15% de las unidades económicas, 36.2% del personal ocupado, 10.7% de la producción bruta total y 17% del valor agregado total de la industria nacional.
El sector de autopartes en México es bastante relevante pues, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotrices (AMDA) y la AMIA, de cada 100 vehículos producidos en el mundo, 4.2 fueron ensamblados en México, posicionando a nuestra economía como una de las más dinámicas y competitivas a nivel mundial, donde de los 100 fabricantes más destacados de autopartes en el mundo, el 91% se encuentra instalado en México.
Por lo anterior, es imprescindible que la industria automotriz en México siga y desarrolle la adopción no solo de fuentes renovables para sus procesos, sino de tecnología que vaya de la mano con dichas fuentes para la homogeneización de prácticas sustentables a lo largo de todo lo que involucra la fabricación del producto final.
Enlight, empresa líder en Latinoamérica en instalación de paneles solares para industrias y sistemas de almacenamiento de energía, desarrolló un estudio de 27 páginas ilustrando de manera holística cómo encontrar la eficiencia energética en el sector automotriz, no solo en sus productos finales, sino también en sus procesos productivos, yendo de la mano con el uso de energías renovables y soluciones de almacenamiento para alcanzar la competitividad y el desarrollo sustentable de la industria en el país.
Lo invitamos a descargar la Guía de Eficiencia Energética para la industria Automotriz