El país debería alcanzar una capacidad de 26.9 GW de energía solar a gran escala para 2030 y para el 2060 debería aumentar esta capacidad a 63.2 GW. Estas cifras son resultados del estudio "Ruta Emisiones Netas Cero para México 2060", presentado por la Iniciativa Climática México (ICM).
Este informe propone un camino que sea viable para la descarbonización, permitiendo que México reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y logre emisiones netas cero en 2060, considerando una factibilidad técnica y financiera en el proceso.
“Con este análisis ICM busca apoyar al gobierno de México para que pueda presentar un planteamiento sobre el camino a seguir para llegar a cero emisiones netas, en la próxima reunión de cambio climático de la ONU a celebrarse en Dubái a principios de diciembre”, menciona Adrián Fernández, director de ICM.
En cuanto al aspecto energético, el informe destaca la necesidad imperativa de encaminar las políticas públicas para priorizar las energías renovables, como la solar y eólica, por encima de los combustibles fósiles. Este enfoque no solo impactará positivamente en términos climáticos, sino que también generará beneficios sociales y económicos significativos.
En cuanto a la manera en que las fuentes de energía sostenible podrían colaborar en los esfuerzos de descarbonización de México, el informe destaca la importancia de producir energía mediante el uso de paneles solares y turbinas eólicas:
“La energía solar fotovoltaica a gran escala deberá incrementarse de los 6 GW actuales a 26.9 GW en 2030, para luego llegar a 63.2 GW en 2060. Por su parte, la energía eólica deberá pasar de 6.5 GW a 17.5 en 2030 y a 73.3 GW para los mismos periodos. De esta manera, se estima que más del 50% de la generación de energía eléctrica a nivel nacional provendrá de energías renovables a partir de 2030. Lo anterior debe de ir acompañado de inversiones en la Red Nacional de Transmisión (RNT) para incrementar la capacidad en al menos 10.6 GW y fortalecer las Redes Generales de Distribución (RGD) como una condición habilitadora indispensable.”
Asimismo, la ruta de la ICM propone que a partir de 2027 no se instalen nuevas centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles, abogando por una retirada justa y progresiva del carbón antes de 2030 y la eliminación total del combustóleo a más tardar en 2035. Además, se prevé que el consumo de gasolina y diésel en el sector transporte alcance su punto máximo en 2026, disminuyendo en un 97% y 87%, respectivamente, para el 2060.
El informe también aborda la reducción de emisiones de metano durante la producción de petróleo, lo que podría disminuir estas emisiones en un 1.3% para 2060, equivalente a 14 MtCO2e.
Respecto al gas natural, el informe sugiere que su consumo debe alcanzar su punto máximo alrededor de 2030, instando a evitar el aumento del consumo de gas natural para cumplir con las metas de mitigación establecidas para 2030 y las emisiones netas cero para 2060.
La implementación de esta ruta, que abarca diversos sectores como Agricultura, Silvicultura y otros Usos de la Tierra (AFOLU), Electricidad, Eficiencia Energética, Industria, Petróleo y Gas, Residuos y Transporte, requeriría una inversión de aproximadamente 11 billones de dólares, casi el doble de la inversión inicialmente estimada, pero se enfatizó que esto es posible ya que el 57% de las medidas de mitigación consideradas en el documento son costo efectivas.
En este contexto, integrar tecnologías de almacenamiento de energía y sistemas de paneles solares en uno de los sectores de mayor consumo energético, el industrial, representa el primer paso para asegurar una transición exitosa hacia un futuro sostenible y libre de emisiones de carbono.
La adopción de sistemas de almacenamiento de energía y paneles solares es esencial para alcanzar una transición energética exitosa hacia un mundo más sostenible con emisiones netas cero.
Con información de pv magazine.