A mediados de noviembre, el Senado francés aprobó una nueva legislación para los estacionamientos nuevos y existentes con espacio para al menos 80 vehículos.
Según la legislación aprobada en el marco de la campaña de energías renovables del presidente Emmanuel Macron, todos los grandes estacionamientos de Francia deberán estar cubiertos por paneles solares, volviéndose carports solares y teniendo la meta de generar hasta 11 Gigawatts (GW) de energía al año.
Entrando en detalles, al menos la mitad de la superficie de los estacionamientos más grandes deberá estar cubierta por paneles solares; los propietarios de estacionamientos que tengan entre 80 y 400 plazas dispondrán de cinco años para cumplir con las medidas, mientras que los operadores que tienen más de 400 solo tendrán tres años para cumplir el plazo.
En un principio, los políticos habían aplicado el proyecto de ley a los estacionamientos de más de 2,500 metros cuadrados, antes de decidir por la medida en plazas de estacionamiento.
De igual forma, en Francia se están estudiando propuestas para construir grandes parques solares en terrenos vacíos junto a autopistas y vías férreas, así como en terrenos agrícolas.
Además, Macron ha estado apostando por la energía nuclear este último año y en septiembre anunció planes para impulsar la industria de energías renovables en el país, visitando el primer parque eólico marino de la nación frente al puerto de Saint-Nazaire, en la costa occidental, y esperando acelerar los plazos de construcción de parques eólicos y solares.
Esto sucede mientras los países europeos examinan sus suministros energéticos nacionales en el marco de las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania, y Francia no se queda atrás, pues los problemas técnicos y de mantenimiento del parque nuclear francés han agravado el problema energético, mientras que el operador nacional EDF se vio obligado a reducir su producción en verano cuando los ríos franceses se calentaron demasiado.
El gobierno también ha lanzado una campaña de comunicación, “Cada gesto cuenta”, que anima a los particulares y a la industria a reducir su consumo de energía, apagando las luces de la Torre Eiffel más de una hora antes.
En conjunto el Gobierno francés tiene previsto destinar 45,000 millones de euros a proteger los hogares y a las empresas de la crisis de los precios energéticos.
Con información de El periódico de la energía