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Los primeros meses de la pandemia que enfrentamos actualmente en el mundo trajeron consigo un cambio de hábitos sin precedentes. Muchas empresas pararon o redujeron sus operaciones, disminuyendo el consumo de energía. Sin embargo, en los últimos meses las industrias han retomado sus actividades con normalidad y esto ha representado un rebote en la demanda de energía que podría ser uno de los motivos de la crisis energética que amenaza las cadenas de producción a nivel global.
La fuerte recuperación económica de las empresas, tras el relajamiento de las medidas sanitarias por el COVID-19, está ocasionando un desequilibrio en el suministro de energía que ya está afectando a diversos países de Asia y Europa. Aunado a esto, el aumento de los precios del carbón y las restricciones para emisiones contaminantes empeoran la crisis de escasez energética.
En este artículo hablaremos sobre la escasez de energía que atraviesa Europa y Asia que está provocando el aumento de las facturas eléctricas en las industrias y cómo podría repercutir en México.
¿Qué está sucediendo en el mundo?
De acuerdo con Bloomberg, los precios del gas natural y el carbón, utilizados para suministrar energía a industrias y casas, se han disparado hasta alcanzar máximos históricos, ya que el repunte de la demanda energética choca con las limitaciones de la oferta en meses previos al invierno del hemisferio norte.
El aumento de los costos ha obligado que algunas fábricas de fertilizantes en Europa reduzcan su producción, mientras que las redes eléctricas de China están racionando el suministro eléctrico a las fábricas del país, lo que ocasiona que frenen su cadena de producción. Esta crisis podría agravarse en invierno, ya que el consumo de energía suele alcanzar su punto máximo cuando las bajas temperaturas aumentan la demanda de calefacción, esto provocaría que los precios de la energía suban en todo el mundo e incluso que aumenten los precios de los alimentos, lo que supone un incremento en la inflación.
Según investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), la situación que se vive actualmente en Europa enciende las alarmas en la industria de fertilizantes por la probable reacción en cadena, pues supone un impacto directo para el rendimiento de los cultivos.
Para los investigadores de la UACh, la crisis energética y el aumento de las tarifas eléctricas ponen en riesgo la producción de alimentos: “El alza o la falta de disposición de los fertilizantes puede agravar la situación en el sector alimentario”. Tan solo en el último año aumentaron 80% los precios de los fertilizantes.
Consecuencias de la crisis energética
Los altos precios que están alcanzando las materias primas que se utilizan para generar energía, disparan los costos de producción, incrementan las facturas eléctricas y ponen en peligro la recuperación económica de las empresas. Las cadenas de suministro podrían estar al límite y los precios de la comida en máximos de 10 años, de acuerdo con El Economista.
Además, Europa podría sufrir apagones como los que ha tenido China en al menos 20 de 31 provincias continentales, los cuales han afectado a los hogares y han obligado al sector industrial a parar su producción, esto amenaza con enlentecer la economía del país y ejercer aún más presión sobre las cadenas de suministro mundiales.
Incluso Beijing, que recibe un tratamiento altamente preferente en la distribución de energía, ha sido afectada. A las empresas que se encuentran en el corazón industrial del país se les ha dicho que limiten su consumo de energía para reducir la demanda, según Global Times.
Lo que se está viviendo en China es derivado de los factores que hemos mencionado anteriormente: el incremento en la demanda de energía, la subida de precios del carbón y los recortes de consumo energético impuestos para cumplir con las metas de emisiones contaminantes.
China es el país que más contamina en el mundo y está tratando de cumplir el compromiso de que sus emisiones de carbono alcancen su punto máximo antes de 2030.
¿Cuál es el panorama para México?
Los efectos de esta crisis energética ya comienzan a verse en México, pues el precio del gas LP ha incrementado 10% en dos meses, al igual que el gas natural que se disparó un 5% en 24 horas, de acuerdo con medios nacionales.
La crisis de energía global derivada por el alza de costos en el carbón podría ocasionar que en México suba el monto de las facturas eléctricas de todos los consumidores, debido a que se incrementarían los precios en la generación de electricidad.
Paul Sánchez, experto en política energética, no descarta que se presenten apagones en el país, pues el incremento de la demanda de energía en China podría implicar escasez de insumos para México.
Energía solar, una solución para congelar el precio de la energía
Ahora más que nunca, es clave que las empresas sepan gestionar sus recursos financieros sanamente, ya que uno de los gastos más importantes proviene del consumo eléctrico y el riesgo de un incremento de las tarifas eléctricas, debido a la crisis energética, podría representar un alto impacto en la rentabilidad del negocio.
Con la ayuda de paneles solares, las industrias tienen la posibilidad de generar y consumir su propia energía, esto permite que el impacto de los cambios tarifarios se reduzca considerablemente y que el costo de la energía generada por el sistema fotovoltaico se congele por más de 30 años de su vida útil.
Además, contrario al incremento del carbón y del gas natural, el costo de la tecnología solar se ha reducido 90% en los últimos 10 años, lo cual permite en retorno de inversión de entre 4 y 6 años.
Los sistemas de almacenamiento con baterías se han convertido en un aliado de la energía solar para asegurar estabilidad eléctrica en las industrias de México. Ante los apagones que podrían presentarse a raíz de la crisis energética, las empresas deben buscar opciones para abastecer su energía de forma más barata, eficiente y confiable.
Las baterías de un sistema de almacenamiento eléctrico tienen la capacidad de funcionar como un respaldo de la red para proveer energía en caso de que hubiera un corte de energía o intermitencia.
A diferencia de las plantas de emergencia actuales que funcionan con diésel, el sistema de almacenamiento con baterías tiene una capacidad de respuesta inmediata que permite que no se perjudiquen los equipos delicados en estos cortes de energía.
La batería permite continuidad operativa, asegurando que la fábrica no tenga que detenerse por problemas energéticos y que los equipos sensibles a las variaciones de voltaje no se dañen.
El almacenamiento de energía con baterías también puede traducirse en ahorros económicos para las empresas gracias a sus otros beneficios como el desplazamiento de carga y la reducción de picos de demanda.
En Enlight podemos ayudarte a encontrar las soluciones en energía que más beneficien a tu empresa y que permitan ahorros sustanciales en su factura eléctrica para llevar tu negocio al siguiente nivel.