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Ha habido tres iniciativas por diversos partidos para modificar el artículo 17 de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y aumentar el límite para la generación distribuida en energía fotovoltaica del país.
Estas iniciativas, presentadas por diputados de los partidos PRI, PAN y PVEM, proponen cambiar el límite de 500 kilowatts (kW) a 1 Megawatt (MW) para no requerir permiso de generación eléctrica de la Comisión Reguladora de Energía (CRE). La primera iniciativa fue presentada en 2020 por el PAN, mientras que las últimas dos (PRI y PVEM) fueron en este mismo año.
En referente a dichas iniciativas, dentro de la industria de energía solar existen diversas opiniones sobre lo que implica modificar el límite de donde está.
Aidana Velázquez, gerente de Relaciones Institucionales en Enlight, opina que el límite actual de 0.5 MW está dejando afuera un gran potencial para dicho esquema, pues en comparación con lo permitido en otros países, el límite es muy poco; por ejemplo, en el caso de Chile el límite son 9 MW y en Brasil 5 MW.
Hace unos días, durante su presentación en el evento de Intersolar 2022, Velázquez también dijo que en estos momentos, Brasil tiene la capacidad instalada en generación distribuida que México tiene proyectada para 2032 (cerca de 12,000 MW), habiendo 10 años de diferencia entre un país y otro.
Acerca de las críticas sobre la iniciativa de aumentar el límite, Velázquez reconoce que esto es un campo de oportunidad: “creo que son muy válidas, coincido, porque de pronto no solamente es abrir el número como lo estamos comentando, sino que hay que bajar ese número de forma pensada, técnica y con una evidencia o con un respaldo justamente que nos permita decir hacia dónde tenemos que dirigirnos o cómo tenemos que hacerlo”.
Karla Cedano, por otro lado, presidenta de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), expresó que, de aumentar este límite, habrá una saturación de la red eléctrica, por lo que hace más sentido tener muchos sistemas de paneles “chiquitos” distribuidos por todos lados, con beneficios a las casas, empresas pequeñas, centros comerciales y tiendas de abarrotes, “a tener una pequeña granjita de 1 MW generando electricidad que compra alguien”.
No obstante, reconoce que el aumento a 1 MW podría ser viable si se tuviera una infraestructura de red eléctrica más sólida, robusta y que se invirtiera en transmisión.
Siguiendo con esta línea, Aidana Velázquez está de acuerdo en que se debe mejorar la infraestructura eléctrica del país y también la profesionalización del gremio para tener instalaciones de calidad y que se tengan las certificaciones necesarias, agregando que uno de los retos también está en diversificar la generación distribuida, pues son seis estados los que concentran alrededor del 50% tanto de contratos como de la capacidad instalada y de estos, solo tres entidades —Jalisco, Nuevo León y Chihuahua— representan el 33%.
“Sin duda es un reto a resolver, cuando hablamos de generación distribuida es eso, tiene que estar distribuida”, dijo.
Hasta junio de este año, la capacidad instalada en generación distribuida en el país se ubicaba en 2,201 MW, lo que implica que ha crecido 5 veces más desde 2017.
Con información de Forbes