A mediados de julio de 2022, el estado de California superó un hito importante: las baterías de energía lograron picos de producción que superaron a la energía nuclear durante media hora.
Entre las 19:25 y las 19:55 horas de la costa oeste estadounidense, las baterías eléctricas aportaron más de los 2,268 MW en los que se situaba la producción nuclear del estado, el pico de suministro de energía a la red eléctrica se dio a las 19:30 horas.
La producción nuclear de California generalmente es bastante estable, oscilando alrededor de los 2,268 megawatts (MW); el pasado sábado 15 de julio estuvo oscilando aproximadamente entre los 2,262 y los 2,271 MW, con las baterías operando como respaldo del gasto energético.
Los datos hacen referencia al Operador de Sistema Independiente de California (California ISO), que administra el 80% de la energía del estado, incluyendo prácticamente toda la energía nuclear consumida.
El almacenamiento de energía en baterías es una pieza clave para la estabilidad energética del futuro cercano, especialmente para la transición entre el mix energético actual y uno basado en energías renovables.
Las baterías eléctricas ayudan a dar estabilidad a un sistema eléctrico renovable construido en torno a energías como la solar y la eólica, sobre las cuales las condiciones climatológicas juegan un papel importante y que están en un delicado y continuo equilibrio entre oferta y demanda.
Los sistemas de almacenamiento de energía (BESS, por sus siglas en inglés) juegan no solo un papel fundamental en descarbonizar el mix energético y por tanto en la prevención del cambio climático, sino también permiten un mayor nivel de independencia energética, una cuestión que se ha vuelto crítica en 2022.
Las principales ventajas de las baterías son su rapidez de respuesta (en milisegundos), su facilidad de instalación y escalabilidad y los múltiples beneficios que aportan a las energías renovables a las que vayan asociadas.
La idea detrás de esta tecnología es sencilla, cargar las baterías cuando las energías renovables generan un gran volumen de energía y descargarlas a las horas de gran consumo, cuando las energías más contaminantes y de mayores emisiones de gases de efecto invernadero entran en operación.
Un sistema totalmente automatizado es el encargado de tomar la decisión de cuándo cargar y cuándo descargar estas baterías. Las baterías pueden estar integradas en la red eléctrica pública o de uso industrial.
Los sistemas de almacenamiento de energía para industrias permiten una mayor calidad de la energía y pueden mitigar la volatilidad de las energías renovables.
Por ejemplo, los paneles solares no son una fuente que genere energía las 24 horas del día debido a que no hay sol por la noche; con un sistema BESS esto se soluciona almacenando la energía y descargando la batería en horas donde ya no hay luz solar.
Inclusive, con baterías como complemento de paneles solares, se puede almacenar la energía y utilizarla en horas de alta producción que generan picos de demanda o cuando el costo de la energía de la red eléctrica es más elevado.
De igual forma, las baterías evitan que los equipos conectados a la red se dañen cuando hay una elevación o disminución de tensión y sostienen su funcionamiento cuando suceden pequeños cortes de energía (intermitencias en la red).
En años recientes los avances han sido significativos, tanto en mejoras en la eficiencia de estas tecnologías como en la escala en la que han sido implementadas.
California es una de las regiones del mundo con una apuesta más firme por el almacenamiento eléctrico en baterías, pero en medio de una crisis mundial en las cadenas de suministro, se ha topado con problemas a la hora de encontrar componentes para éstas.
Ante la escasez de componentes, algunas empresas han optado por la integración vertical. Este es el caso de Tesla, que decidió recientemente comenzar a minar su propio litio.
No obstante, el mercado de energía limpia está creciendo de forma importante y cada vez son más las empresas que se suman a los beneficios de las energías renovables, como la solar fotovoltaica, obteniendo importantes ahorros en su recibo de luz.
En este sentido, el almacenamiento de energía ha cobrado importancia para asegurar estabilidad eléctrica en las industrias globales. Empresas de diferentes sectores que sufren de intermitencias de la red y cortes de energía están buscando opciones para abastecer su energía de forma más barata, eficiente y confiable.
El almacenamiento energético es una tendencia que no ha hecho más que comenzar y con los nuevos avances es muy probable que se aumente la potencia y el tiempo de apoyo a las energías renovables en un futuro no muy lejano.
Con información de Xataka y Foro Coches Eléctricos.