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Las energías renovables en México y Latinoamérica se encuentran en un momento de expansión gracias a la creciente demanda de energías limpias y a las oportunidades de inversión para algunos países de la región.
En 2023 se espera que la industria renovable continúe creciendo, principalmente la energía solar por ser una de las fuentes energéticas sustentables más accesibles para la generación de electricidad.
En renovables el panorama es favorable, datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) estiman que la capacidad mundial de energía renovable crecerá en 2,400 Gigawatts (GW) durante el período 2022-2027. De igual manera, se estima que la gran mayoría de las adiciones de capacidad renovable global en 2027 serán proporcionadas por la energía solar fotovoltaica y eólica. Además, durante el 2021 a nivel global se estima que se invirtieron 366 mil millones de dólares en energías renovables.
En Latinoamérica la adopción de energía solar fotovoltaica se ha mantenido, además, en Chile la certeza del almacenamiento de energía se cimentó con la publicación de la nueva Ley de Almacenamiento y Electromovilidad, la cual tiene el objetivo de descarbonizar al país antes de 2050.
Mientras tanto, México se posicionó dentro de los cuatro mejores países en capacidad instalada fotovoltaica con 8.2 GW en 2022, de los cuales 2 GW son en generación distribuida (generar energía limpia en el mismo sitio donde se consume).
En México en específico, una de las razones por las que las energías renovables mantendrán su crecimiento es por el uso de los avances tecnológicos que contribuyen a que energías como la solar sean más competitivas debido a la abundancia del recurso solar en el territorio; recordemos que, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex), más del 80% del territorio en el país es óptimo para desarrollar proyectos solares.
El motor del almacenamiento
Se ha comprobado que para lograr la continuidad y el crecimiento de la energía solar fotovoltaica es imprescindible apoyarse en las tecnologías de almacenamiento, que gracias a sus características operativas ofrecen versatilidad y flexibilidad a los sistemas; esto debido a que permiten almacenar energía y descargarla cuando se requiera, ya sea por demasiada demanda energética o por poca generación solar
Las innovaciones en este tipo de sistemas contribuirán a mantener los bajos costos en la producción de energía eléctrica a través de fuentes renovables como la solar, además de mejorar la calidad del suministro eléctrico y optimizar el uso de la energía disponible.
Recientemente en México se ha adoptado una mayor disposición respecto a la energía limpia y al uso de las fuentes solar y eólica, con el país comprometiéndose a recortar en un 35% las emisiones de gases contaminantes y a duplicar la generación de energía renovable de aquí a 2030.
Además, cada vez más empresas en el país se comprometen a integrar soluciones de energías limpias en sus operaciones para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones y las tecnologías de almacenamiento comienzan a ser atractivas para las necesidades energéticas de todo tipo de industrias, principalmente para las relacionadas con la producción, por lo que su adopción puede seguir creciendo en 2023.
El mercado de renovables necesita el potencial del almacenamiento de energía para acelerar el impulso de fuentes energéticas sustentables, siendo el socio estratégico con soluciones que aseguran la fiabilidad de la red y facilitan la integración de las energías renovables.
Con el cambio climático apresurando el paso, la evolución de políticas energéticas a nivel global y costos de producción más bajos apoyados por tecnologías complementarias, las fuentes renovables continúan siendo impulsadas en el mundo, tendencia que se mantendrá en 2023.
Con información de pv magazine y Forbes México